Vis
10/06/2013, 12:56
La ruta
http://www.miharley.es/threads/1204-Madrugada-del-7-al-8-de-Junio-1-000-millas-en-menos-de-24h
2699
Los participantes
Asterix: No he conocido a nadie con un espíritu y unas ganas de carallada como las de él, y más grandes imposible! El único valiente que pasó a tomarse unas cañitas antes de acostarse al llegar del viaje. El portador de todo lo que se necesite en ruta, él lo tiene en su tourpack mágico. Grandes conversaciones hasta terminar la batería del cardo. Nos esperan muchas más por Europa!
Deivi: Su silueta en la moto es como la de una bailarina. Es la elegancia sobre ruedas, curva a curva, parada a parada, guiaba al grupo hasta la siguiente gasolinera. No dudaba en tirarse al suelo a arreglar cualquier desaguisado. Sin él no hubiésemos terminado el viaje.
Garloncho: Maestro calavérico atómico festivo! Él es el culpable (en gran parte) de que el abituallamiento haya salido de 10. De lujo las gestiones con el Real Café, esa moto vainilla y ese chubasquero reflectante... inconfundible. Un placer llevarlo en los viajes (sobre todo con el ojo que le echa a la hora de parar a patrullas de la CNP)
Gato y Gata: A uno le llamaré Chayanne a partir de hoy, a la otra, Pantera. La pareja perfecta, uno conduce, la otra guía y dispone. El tándem perfecto. Como dijo Gato en una ocasión "sólo tengo que preocuparme de conducir". Y qué bien lo haces jodío! Cerrando el grupo casi en todo momento, sois geniales. Gata, a ti hay que hacerte un monumento, por el arrojo, las ganas, los ánimos que dabas en cada parada, la predisposición que tuviste en todo momento... Eres una compañera de viaje inigualable!
Santa: Recién aterrizado en el mundo de los cuelga monos, el enanito gruñón que no se quejó en ningún momento, repartiendo risas y bromas de principio a fin. El hombre del led en la culata, del águila a la espalda, y de la música en el nokia de hace mil años con los auriculares "custom" que arregló de un gorro de su hijo. Verte replicando los punteos de guitarra y escapar carretera adelante a toda velocidad, no tiene precio.
Vis: Un humilde servidor, sólo copié la idea de dos grandes valientes (Teki y Pipe), y me animé a hacerla pública. Gracias a todos por colaborar en ella. Ahora que el culo, dos días depués, va despertando... cuál era la siguiente? :cool:
La crónica (es larga eh!!)
A las 2.45 más o menos del 8 de junio, mis ojos se abrieron impacientes y temerosos por lo que iba a ocurrir en las próximas 24 horas. No podía permitirme el lujo de fallar otra vez a mis compañeros de locuras (y además, corría el grave riesgo de que Gata mutase a Pantera y la emprendiese a zarpados conmigo jeje Un besazo guapísima, tú sí que tienes "pelotas"). Hago tiempo hasta las 3.30, hora en la que me pego una ducha y me preparo una buena taza de café. Con él todavía humeante, pienso en la locura que voy a cometer. Me pregunto sobre todo qué se sentirá al terminar. No me preocupa el durante (que sé a ciencia cierta que será lo más bonito de la aventura), pero sí el final. Pronto saldría de dudas.
A las 4.15 bajo al garaje para empezar la aventura. La Mambita, como yo le llamo, está ahí agazapada, entre las sombras del garaje, esperando a que los fluorescentes se enciendan y den el "pistonazo" de salida. Su oscura silueta deja entrever algún tímido cromado de esos que todavía le quedan. Tiene todo lo necesario para hacer un viaje inolvidable. Y lo será. No sabe hasta qué punto...
Al llegar al Real Café, sponsor del "desafío" como le decía Garloncho a esa policía tan simpática y amable cuando solicitó que nos sacase una foto, me encuentro con el peor de todos nosotros, con el espíritu más joven que he conocido de la mía y de cualquier otra edad: ahí tenemos a Asterix! Pegándose con sus cachivaches electrónicos (intentando emparejar el cardo con el tomtom). Tiene de todo... menos la cámara de fotos en modo automático jajaja (Alfredo, siempre en automático, sobre todo si sabes que la tienes que andar rulando por otras manos. Apúntatelo para la próxima jajaja)
Vamos llegando todos y una vez juntos, empezamos las fotos de rigor que dan el pistoletazo de salida a la aventura. No os imagináis lo complicado que es encontrar a alguien a las 4.30 de la mañana... Alguien lo suficientemente sobrio como para sacar una foto. Así que fuimos a por lo más grande: una patrulla del CNP. Qué amables fueron... sobre todo ella :)
En ese mismo sitio, antes de partir, tuvimos la primera de nuestras paradas técnicas: un muelle en el asiento del señor de las calaveras, estaba dando por culo antes incluso del primer repostaje. No hay problema! Un poco de linterna por aquí, un poco de Deivi por allá… Al final moto lista para comenzar la aventura. “Allea jacta est” que dirían mis antepasados romanos.
Llegamos a la gasolinera de Concha Espina, empezamos a llenar los depósitos, fotos a los cuenta kms y demás, todos ansiosos por empezar la aventura cuando… “Mi tapón con llave Harley no abre” No!!!!!!! No podía ser! Deivi (imprescindible durante el viaje, ya descubriréis por qué) tenía una avería que podía dejarle en Madrid aún antes de empezar. No había forma de abrir el tapón. Por suerte, el grupo contaba con alguien que no estaba dispuesta a abortar la aventura una segunda vez. Una felina llena de recursos e ideas que bien podía poner en más de un aprieto al mismísimo MacGyver. No se pensó ni por un momento en entrar a la gasolinera en busca de algo que ayudase a abrir el tapón. Garloncho se acordó de aquel “truco” posteado en el foro, de abrir el tapón con un pañuelo. El problema es que ninguno nos acordamos de cómo se hacía realmente, y entre los nervios y demás, no se nos ocurrió ni siquiera sacar los móviles y mirarlo. La única opción era taladrar el bombín y quitar el tapón por las bravas. Deivi tenía herramientas en casa.
Dicho y hecho, no había tiempo que perder.
-“Tienes gasolina para llegar a tu casa, Deivi?”
+”Me queda para unos 50 kms..”
-“Pues tira, esperemos no despertar a la rubia” (yo intenté por activa y por pasiva convencerlos para despertar al vecindario, pero parece que tienes mal despertar Susana… No me dejaron. Te libraste! Jajajaja)
Y así fue! En el portal de Deivi, 6 motos, 6 moteros y una motera (de las más valerosas que he visto), dando rienda suelta a su cabeza para subsanar el problema. Increíble el brain storming que allí aconteció. Todos aportando su granito de arena para arreglar el tapón. Y entre taladro por aquí “cuidado con el depósito” por allá, y demás… “Se me ha caído la tira de leds en la culata y se está derritiendo”. Vaaaya por Dios!! Llevamos 3 percances y ni salimos de Madrid!!! A Santa se le había “apagado la luz”. Ya no podría ir todo vacilón por la carretera con los leds de la moto encendidos… Al menos eso pensaba yo!
Arreglamos los pequeños percances y salimos con una hora de retraso. No importaba, había tiempo de sobra para terminar todo esto y el tomtom nos indicaba que estábamos todavía “on time”. Ahora sí, la aventura comienza. Repostaje de Deivi al lado de su casa y… Allá vamos!!
Enfilamos la M30 (o Calle 30 como le gusta llamarla a algunos…) y simplemente rodamos y rodamos durante 200 kms. Rodar al amanecer es bonito, es una sensación distinta. Se mezclaba en mi los nervios, el “acabaré?” el “aguantará mi Mambita?”… Entre unos y otros pensamientos, de repente, miro por el retrovisor y consigo ver el amanecer. El sol salía a nuestra espalda (tal y como habíamos planeado: salir en contra del sol) y los colores con los que el gran astro pintaba las nubes, se reflejaban en mi espejo como un cuadro precioso, lleno de matices que no se ven todos los días. Ahí, en ese preciso momento, se dibujó una sonrisa en mi cara. La aventura comenzaba.
200 kms después de nuestra salida, realizamos la primera parada (ahí fue donde me acordé de hacer el grabado de la ruta por GPS, por eso en la foto que está adjunta al post, falta el primer tramo (desde Madrid hasta el punto verde). Fallo mío… Demasiadas emociones.
Repostaje y cafelito de rigor cerca de Navalmoral de la Mata. Nada que reseñar, la amable camarera de la estación de servicio, se ofreció a sacarnos todas las fotos que quisiésemos, y así hizo. Foto por aquí, foto por allá… Listos? Pues adelante a la siguiente etapa!
Arrancamos de nuevo nuestras motos y seguimos por las carreteras extremeñas dirección Mérida. De repente… el cielo se puso muy negro y no tardó en comenzar a llorar. Y eso que no iba a llover!!! Por suerte fueron pocos minutos, los mismos que tardamos en dejar atrás una nube cabrona que se puso en nuestra ruta. Un poco mojado, pero sin estar calado, seguimos hasta la siguiente parada, cerca (creo recordar) de Mérida.
Aquí nos encontramos 2 helicópteros que estaban siendo transportados por tierra en 2 camiones enormes, a mí me llamó la atención, nunca me había parado a pensar cómo se transportan los helicópteros… Parece una tontería, pero… alguna vez habéis visto un barco (no una lancha) en carretera? Lo suyo es sacarlo del astillero y ale, a navegar! Pues pensaba que esto sería igual: lo construyo y ale.. a tirar millas para tu destino, pero por el aire. En fin, están locos estos romanos…
Repostamos, y tomamos un cafelito rápido. Asterix aprovecho para comprar el primer loctite del día para pegar su bota y Deivi, le pegó un pequeño apretón a las colas de la garloncha, que estaban un poco sueltas… (un poco sueltas? Bah! Aficionadas… Jajajaja)
Termino mi café con leche del tiempo con el cual me ABRASO la boca (se conoce que en Badajoz el concepto “del tiempo” es un poco diferente que en el resto de España) y volvemos a montar. El GPS decía que llegaríamos a las 23.00 (o por ahí). No había tiempo que perder, tiramos hacia Sevilla para hacer otros 200 kms.
El cardo G9 ameniza la carretera. Conversaciones de todo tipo con el galo hacen que los kms pasen sin apenas darme cuenta de lo que hacíamos. No sentía dolor en ningún lado, llevábamos unos 500 kms, todavía faltaba demasiado… y no era momento de cantar victoria.
Pasando Sevilla, cerca de Dos Hermanas, perdimos a Garloncho. Gato pasó por nuestro lado a toda velocidad para decirnos que Garloncho había tenido una avería, tuvimos que dar la vuelta rápidamente para ver al compañero que estaba, por suerte, parado en una gasolinera mirando su palanca de cambio, la cual se había caído en plena marcha. Esta parada fue un poco antes de los 200 kms, pero también se agradeció, todo sea dicho. Una vez más el maestro Deivi abrió su alforja y sacó sus herramientas para ponerse al lío. Todo solucionado, como no podía ser de otra forma, y seguimos ruta hacia Jerez, donde tomaríamos el vértice de la ruta. Si no repostábamos, no podríamos justificar que habíamos pasado por ahí, y habría sido complicado de demostrar que realmente hicimos en el mismo día +1600 kms. Esta parada sólo tuvo unos 80 kms de diferencia de la anterior. Fue rápida y en nada estábamos rumbo a Málaga.
Este tramo fue casi entero por nacional. A mí, personalmente, me gustó ese tramo, ganamos tiempo a la ruta porque siempre fuimos por encima del límite de velocidad. Y además el paisaje era curioso y bonito. Cada uno tiene una opinión sobre este “desvío” de todo autovías, pero la mía es que me gustó. Eso sí, yo tenía más hambre que Dios talento, y menos mal que en la siguiente parada tocaba ya darle a la comida que el Real Café nos había regalado como ayuda de la iniciativa (bravo por ellos, desde aquí, mi más sincero agradecimiento. Estaba todo EXQUISITO)
Esta parada se alargó un poco más de la cuenta, había que comer con calma, revisar niveles de aceite (de las burras, que ya os veo venir…) y ver cómo nos decía el GPS que íbamos. A las 0.00 nos marcaba. Todavía bien, el Dakota nos esperaba jejeje. Arrancamos las motos y otra vez en ruta, esta vez rumbo a Granada.
La parada, otros 200 kms después aproximadamente, no tuvo mucho que reseñar: estábamos comidos, hacía buen tiempo, sólo disfrutábamos la ruta. Km tras km me distraía con el paisaje, fantaseaba en mi cabeza con el momento de contar la aventura, admiraba a mi Mambita por lo bien que se estaba portando (…), y charlaba con el galo de mil y una historias aprovechando nuestro cardo (del cual, todo sea dicho, me llevé una pequeña pataleta. Tonterías sin importancia propiciadas por no escuchar bien y por el ruido excesivo del casco).
Cuando las cosas en el viaje se volvían un poco más monótonas, las dynas tomaban la delantera y Santa y yo salíamos zumbando carretera adelante para mover un poco el culo. Era divertido la verdad… Y cuando llevábamos unos cuantos kms desmarcados, esperábamos al resto jejejeje
Llegando a Almería, la parada de los 1000 kms, mi moto empezó a sonar raro. No sabía si era el casco, si era la presión… al llegar a la gasolinera, todos se dieron cuenta y pensamos que por el calor, un cilindro se había desconectado… No tardé en darme cuenta de que uno de mis escapes, el de adelante, estaba suelto del cilindro. Para no perder la costumbre, mi moto había partido un tornillo!! Sí! Otro tornillo partido por mi Mambita!! Me cago en su puta madre! El tornillo se partió y el soporte que agarra los escapes al chasis también, de arriba abajo, como si de un rayo se tratase. En fin, un tornillo partido y la moto a escape libre. Aquí se acababa mi aventura… Ah! No me acordaba de un pequeño detalle… GATA! No entraba en sus planes permitir que ahí terminase todo. Buscó tornillos de repuesto en todas las motos y en todas las piezas de cada moto, estaba quitando las cadenas de la cartera de Gato y las de sus propias botas para atar las piezas, incluso barajó la posibilidad de despertar a unos camioneros que estaban descansando detrás de la gasolinera para ver si tenían herramientas o tornillos. Al final, después de mucho buscar (gracias Gata, de veras), optamos por echar mano del maestro Asterix y su tourpack mágico, del que puedes sacar de todo, incluso un alambre galvanizado que aguantaría perfectamente el escape en su sitio hasta la llegada a Madrid (no sin unos pequeños ajustes en la siguiente parada, todo sea dicho).
Esta era la escena: Deivi, otra vez, sentado en el suelo con sus herramientas, Garloncho haciendo un nudo marinero con el alambre a la pletina que sujeta los escapes a la moto (espero que Paco tenga unas buenas tenazas, si no… no habrá huevos a quitar eso), Gata comiendo un helado, yo una manzana. Asterix estirando, Gato repartiendo barritas energéticas (estaban cojonudas!)… Quedaban 600 kms, no podíamos rendirnos ahora.
Y así fue! La moto se “ñapeó” para poder continuar ruta. En la siguiente parada, penúltima de ellas, le daríamos otro apretón, pero yo ya me consideraba un iron butt. Daba igual cómo terminase eso. Habíamos recorrido en el mismo día más de 1000 kms. Todo lo demás, importaba poco.
Rumbo a Cartagena, Murcia! El día estaba terminando, el sol estaba mostrando sus últimos rayos, y dibujaba sobre la sierra de Almería un paisaje y unos colores preciosos. La autovía, llena de curvas rápidas y entre desfiladeros, muy bonita y amena. Estábamos a sólo 2 paradas de casa. Tocábamos con la punta de los dedos el final. Ya no quedaba casi nada.
Hacemos la penúltima parada en donde confunden a Gato con Chayanne (¿?¿?¿?¿?¿?), apretamos los escapes rápidamente puesto que la versión 1.0 de la ñapa, no había resultado del todo satisfactoria. Así que diseñamos el evolutivo de la solución. Ahí teníamos la versión 2.0 Escape libre y petardeo inconfundible. La verdad es que molaba bastante jejeje. Una lástima que así no pase la ITV.
ATENCION!!! Primera queja de todo el viaje… Ya nos extrañaba que Santa no hubiese dicho nada! “Estoy hasta la polla de hacer kms”. Esas fueron sus palabras. Lamentablemente, la sonrisita le delató y acabó confesando que se quejaba para no perder la costumbre, pero que lo estaba pasando de puta madre. Estás hecho un campeón amigo! Y más desde que te has pasado a este hermoso lado oscuro del cuelgamonos jajaja. Cómodo eh? Es una pasada la figura que hace. Para mi, Harley tiene que llevar cuelga. Es una opinión!
Albacete nos espera Long Riders! Terminamos toda la comida y bebida que necesitamos y… carretera y manta!
El cansancio ya… empezaba a joder. A mí me dolían los brazos, casi no podía apretar el embrague… notaba como los frenos empezaban a perder eficacia, tal vez porque mi fuerza estaba mermada, o por id vosotros a saber qué! El caso es que en Albacete, me tomé 2 cafés seguidos. Estuve a punto de dormirme.
Albacete, pan y cena. Cafés, ropa de frío (ya empezaba a apretar…), últimos vistazos a las motos y… a tirar!!
Eran los últimos 200 kms. Yo los divido en: primeros 150 que pasaron a toda ostia, casi sin darme cuenta… La música amenizaba el viaje y no había dolor. Era algo raro, estábamos a menos de 200 kms de conseguir la hazaña, después de todo un día duro no sentía nada durante esos primeros 150 kms. Nada malo, quiero decir. Me sorprendí pensando “joder, qué bien se rueda de noche, tengo que proponer ahora en veranito una rutita nocturna” [ahí queda eso…]. Y como anécdota, decir que me sorprendió que entre tooooooooooda la música que había en mi móvil, de entre todas las canciones que podían sonar, salió la de “Forever Angel” de Axel Rudi Pell, esa que dice “Riding with your brothes through the wind and the rain…” Pues fue otro detalle que me dibujó una sonrisa en la cara.
50 kms y bajando. La A3 era el escenario en donde todo iba llegando al final. Entramos en Madrid, estación de Atocha y bajamos por un puente, después paramos en una gasolinera a la derecha. No sé dónde estamos… pero sí que hemos llegado. Se acabó!!!!! Último repostaje y fin de trayecto. Vamos al Dakota? No queda nadie, estos cabrones han decidido no esperarnos (eran las 01.45… así que no hay excusa!) Bueno, pues… lo celebramos nosotros solos, aquí mismo!
El galo saca de su tourpack mágico unos benjamines de cava, toca brindar! La gente por la calle flipa con las motos, la hazaña y están flipando con nosotros. Hace frío, pero da igual!! Lo hicimos!!! Unas palabras? Vale!
[No son las mismas, pero el cansancio y el frío no me acuerdo qué me hicieron decir, aquí va lo que yo pretendía contar] Todo esto se hace para conseguir un reto y una hazaña. Una aventura más que contar por ahí en las concentraciones y a los amigos y familiares. Yo lancé una piedra alentado por Teki y Pipe, y 5 locos y una loca (sin desmerecer a los que se apuntaron al principio) decidieron que no iban a permitir que fuese solo. Por ello, en signo de agradecimiento, y para poder llevar el parche antes de que llegue el oficial, Deivi diseñó por petición mía el que podéis ver aquí. Al igual que otros “subgrupos” (KLM, Komando likoreta…), este es otro, el “KMZ Long Riders”.
Gracias por compartir esta aventura conmigo. Sin vosotros, estoy seguro que no sería la misma.
Un fuerte abrazo y bienvenidos!
2698
Las fotos
Aquí pondré el/los enlaces a las fotos que han salido del viaje.
http://www.miharley.es/threads/1204-Madrugada-del-7-al-8-de-Junio-1-000-millas-en-menos-de-24h
2699
Los participantes
Asterix: No he conocido a nadie con un espíritu y unas ganas de carallada como las de él, y más grandes imposible! El único valiente que pasó a tomarse unas cañitas antes de acostarse al llegar del viaje. El portador de todo lo que se necesite en ruta, él lo tiene en su tourpack mágico. Grandes conversaciones hasta terminar la batería del cardo. Nos esperan muchas más por Europa!
Deivi: Su silueta en la moto es como la de una bailarina. Es la elegancia sobre ruedas, curva a curva, parada a parada, guiaba al grupo hasta la siguiente gasolinera. No dudaba en tirarse al suelo a arreglar cualquier desaguisado. Sin él no hubiésemos terminado el viaje.
Garloncho: Maestro calavérico atómico festivo! Él es el culpable (en gran parte) de que el abituallamiento haya salido de 10. De lujo las gestiones con el Real Café, esa moto vainilla y ese chubasquero reflectante... inconfundible. Un placer llevarlo en los viajes (sobre todo con el ojo que le echa a la hora de parar a patrullas de la CNP)
Gato y Gata: A uno le llamaré Chayanne a partir de hoy, a la otra, Pantera. La pareja perfecta, uno conduce, la otra guía y dispone. El tándem perfecto. Como dijo Gato en una ocasión "sólo tengo que preocuparme de conducir". Y qué bien lo haces jodío! Cerrando el grupo casi en todo momento, sois geniales. Gata, a ti hay que hacerte un monumento, por el arrojo, las ganas, los ánimos que dabas en cada parada, la predisposición que tuviste en todo momento... Eres una compañera de viaje inigualable!
Santa: Recién aterrizado en el mundo de los cuelga monos, el enanito gruñón que no se quejó en ningún momento, repartiendo risas y bromas de principio a fin. El hombre del led en la culata, del águila a la espalda, y de la música en el nokia de hace mil años con los auriculares "custom" que arregló de un gorro de su hijo. Verte replicando los punteos de guitarra y escapar carretera adelante a toda velocidad, no tiene precio.
Vis: Un humilde servidor, sólo copié la idea de dos grandes valientes (Teki y Pipe), y me animé a hacerla pública. Gracias a todos por colaborar en ella. Ahora que el culo, dos días depués, va despertando... cuál era la siguiente? :cool:
La crónica (es larga eh!!)
A las 2.45 más o menos del 8 de junio, mis ojos se abrieron impacientes y temerosos por lo que iba a ocurrir en las próximas 24 horas. No podía permitirme el lujo de fallar otra vez a mis compañeros de locuras (y además, corría el grave riesgo de que Gata mutase a Pantera y la emprendiese a zarpados conmigo jeje Un besazo guapísima, tú sí que tienes "pelotas"). Hago tiempo hasta las 3.30, hora en la que me pego una ducha y me preparo una buena taza de café. Con él todavía humeante, pienso en la locura que voy a cometer. Me pregunto sobre todo qué se sentirá al terminar. No me preocupa el durante (que sé a ciencia cierta que será lo más bonito de la aventura), pero sí el final. Pronto saldría de dudas.
A las 4.15 bajo al garaje para empezar la aventura. La Mambita, como yo le llamo, está ahí agazapada, entre las sombras del garaje, esperando a que los fluorescentes se enciendan y den el "pistonazo" de salida. Su oscura silueta deja entrever algún tímido cromado de esos que todavía le quedan. Tiene todo lo necesario para hacer un viaje inolvidable. Y lo será. No sabe hasta qué punto...
Al llegar al Real Café, sponsor del "desafío" como le decía Garloncho a esa policía tan simpática y amable cuando solicitó que nos sacase una foto, me encuentro con el peor de todos nosotros, con el espíritu más joven que he conocido de la mía y de cualquier otra edad: ahí tenemos a Asterix! Pegándose con sus cachivaches electrónicos (intentando emparejar el cardo con el tomtom). Tiene de todo... menos la cámara de fotos en modo automático jajaja (Alfredo, siempre en automático, sobre todo si sabes que la tienes que andar rulando por otras manos. Apúntatelo para la próxima jajaja)
Vamos llegando todos y una vez juntos, empezamos las fotos de rigor que dan el pistoletazo de salida a la aventura. No os imagináis lo complicado que es encontrar a alguien a las 4.30 de la mañana... Alguien lo suficientemente sobrio como para sacar una foto. Así que fuimos a por lo más grande: una patrulla del CNP. Qué amables fueron... sobre todo ella :)
En ese mismo sitio, antes de partir, tuvimos la primera de nuestras paradas técnicas: un muelle en el asiento del señor de las calaveras, estaba dando por culo antes incluso del primer repostaje. No hay problema! Un poco de linterna por aquí, un poco de Deivi por allá… Al final moto lista para comenzar la aventura. “Allea jacta est” que dirían mis antepasados romanos.
Llegamos a la gasolinera de Concha Espina, empezamos a llenar los depósitos, fotos a los cuenta kms y demás, todos ansiosos por empezar la aventura cuando… “Mi tapón con llave Harley no abre” No!!!!!!! No podía ser! Deivi (imprescindible durante el viaje, ya descubriréis por qué) tenía una avería que podía dejarle en Madrid aún antes de empezar. No había forma de abrir el tapón. Por suerte, el grupo contaba con alguien que no estaba dispuesta a abortar la aventura una segunda vez. Una felina llena de recursos e ideas que bien podía poner en más de un aprieto al mismísimo MacGyver. No se pensó ni por un momento en entrar a la gasolinera en busca de algo que ayudase a abrir el tapón. Garloncho se acordó de aquel “truco” posteado en el foro, de abrir el tapón con un pañuelo. El problema es que ninguno nos acordamos de cómo se hacía realmente, y entre los nervios y demás, no se nos ocurrió ni siquiera sacar los móviles y mirarlo. La única opción era taladrar el bombín y quitar el tapón por las bravas. Deivi tenía herramientas en casa.
Dicho y hecho, no había tiempo que perder.
-“Tienes gasolina para llegar a tu casa, Deivi?”
+”Me queda para unos 50 kms..”
-“Pues tira, esperemos no despertar a la rubia” (yo intenté por activa y por pasiva convencerlos para despertar al vecindario, pero parece que tienes mal despertar Susana… No me dejaron. Te libraste! Jajajaja)
Y así fue! En el portal de Deivi, 6 motos, 6 moteros y una motera (de las más valerosas que he visto), dando rienda suelta a su cabeza para subsanar el problema. Increíble el brain storming que allí aconteció. Todos aportando su granito de arena para arreglar el tapón. Y entre taladro por aquí “cuidado con el depósito” por allá, y demás… “Se me ha caído la tira de leds en la culata y se está derritiendo”. Vaaaya por Dios!! Llevamos 3 percances y ni salimos de Madrid!!! A Santa se le había “apagado la luz”. Ya no podría ir todo vacilón por la carretera con los leds de la moto encendidos… Al menos eso pensaba yo!
Arreglamos los pequeños percances y salimos con una hora de retraso. No importaba, había tiempo de sobra para terminar todo esto y el tomtom nos indicaba que estábamos todavía “on time”. Ahora sí, la aventura comienza. Repostaje de Deivi al lado de su casa y… Allá vamos!!
Enfilamos la M30 (o Calle 30 como le gusta llamarla a algunos…) y simplemente rodamos y rodamos durante 200 kms. Rodar al amanecer es bonito, es una sensación distinta. Se mezclaba en mi los nervios, el “acabaré?” el “aguantará mi Mambita?”… Entre unos y otros pensamientos, de repente, miro por el retrovisor y consigo ver el amanecer. El sol salía a nuestra espalda (tal y como habíamos planeado: salir en contra del sol) y los colores con los que el gran astro pintaba las nubes, se reflejaban en mi espejo como un cuadro precioso, lleno de matices que no se ven todos los días. Ahí, en ese preciso momento, se dibujó una sonrisa en mi cara. La aventura comenzaba.
200 kms después de nuestra salida, realizamos la primera parada (ahí fue donde me acordé de hacer el grabado de la ruta por GPS, por eso en la foto que está adjunta al post, falta el primer tramo (desde Madrid hasta el punto verde). Fallo mío… Demasiadas emociones.
Repostaje y cafelito de rigor cerca de Navalmoral de la Mata. Nada que reseñar, la amable camarera de la estación de servicio, se ofreció a sacarnos todas las fotos que quisiésemos, y así hizo. Foto por aquí, foto por allá… Listos? Pues adelante a la siguiente etapa!
Arrancamos de nuevo nuestras motos y seguimos por las carreteras extremeñas dirección Mérida. De repente… el cielo se puso muy negro y no tardó en comenzar a llorar. Y eso que no iba a llover!!! Por suerte fueron pocos minutos, los mismos que tardamos en dejar atrás una nube cabrona que se puso en nuestra ruta. Un poco mojado, pero sin estar calado, seguimos hasta la siguiente parada, cerca (creo recordar) de Mérida.
Aquí nos encontramos 2 helicópteros que estaban siendo transportados por tierra en 2 camiones enormes, a mí me llamó la atención, nunca me había parado a pensar cómo se transportan los helicópteros… Parece una tontería, pero… alguna vez habéis visto un barco (no una lancha) en carretera? Lo suyo es sacarlo del astillero y ale, a navegar! Pues pensaba que esto sería igual: lo construyo y ale.. a tirar millas para tu destino, pero por el aire. En fin, están locos estos romanos…
Repostamos, y tomamos un cafelito rápido. Asterix aprovecho para comprar el primer loctite del día para pegar su bota y Deivi, le pegó un pequeño apretón a las colas de la garloncha, que estaban un poco sueltas… (un poco sueltas? Bah! Aficionadas… Jajajaja)
Termino mi café con leche del tiempo con el cual me ABRASO la boca (se conoce que en Badajoz el concepto “del tiempo” es un poco diferente que en el resto de España) y volvemos a montar. El GPS decía que llegaríamos a las 23.00 (o por ahí). No había tiempo que perder, tiramos hacia Sevilla para hacer otros 200 kms.
El cardo G9 ameniza la carretera. Conversaciones de todo tipo con el galo hacen que los kms pasen sin apenas darme cuenta de lo que hacíamos. No sentía dolor en ningún lado, llevábamos unos 500 kms, todavía faltaba demasiado… y no era momento de cantar victoria.
Pasando Sevilla, cerca de Dos Hermanas, perdimos a Garloncho. Gato pasó por nuestro lado a toda velocidad para decirnos que Garloncho había tenido una avería, tuvimos que dar la vuelta rápidamente para ver al compañero que estaba, por suerte, parado en una gasolinera mirando su palanca de cambio, la cual se había caído en plena marcha. Esta parada fue un poco antes de los 200 kms, pero también se agradeció, todo sea dicho. Una vez más el maestro Deivi abrió su alforja y sacó sus herramientas para ponerse al lío. Todo solucionado, como no podía ser de otra forma, y seguimos ruta hacia Jerez, donde tomaríamos el vértice de la ruta. Si no repostábamos, no podríamos justificar que habíamos pasado por ahí, y habría sido complicado de demostrar que realmente hicimos en el mismo día +1600 kms. Esta parada sólo tuvo unos 80 kms de diferencia de la anterior. Fue rápida y en nada estábamos rumbo a Málaga.
Este tramo fue casi entero por nacional. A mí, personalmente, me gustó ese tramo, ganamos tiempo a la ruta porque siempre fuimos por encima del límite de velocidad. Y además el paisaje era curioso y bonito. Cada uno tiene una opinión sobre este “desvío” de todo autovías, pero la mía es que me gustó. Eso sí, yo tenía más hambre que Dios talento, y menos mal que en la siguiente parada tocaba ya darle a la comida que el Real Café nos había regalado como ayuda de la iniciativa (bravo por ellos, desde aquí, mi más sincero agradecimiento. Estaba todo EXQUISITO)
Esta parada se alargó un poco más de la cuenta, había que comer con calma, revisar niveles de aceite (de las burras, que ya os veo venir…) y ver cómo nos decía el GPS que íbamos. A las 0.00 nos marcaba. Todavía bien, el Dakota nos esperaba jejeje. Arrancamos las motos y otra vez en ruta, esta vez rumbo a Granada.
La parada, otros 200 kms después aproximadamente, no tuvo mucho que reseñar: estábamos comidos, hacía buen tiempo, sólo disfrutábamos la ruta. Km tras km me distraía con el paisaje, fantaseaba en mi cabeza con el momento de contar la aventura, admiraba a mi Mambita por lo bien que se estaba portando (…), y charlaba con el galo de mil y una historias aprovechando nuestro cardo (del cual, todo sea dicho, me llevé una pequeña pataleta. Tonterías sin importancia propiciadas por no escuchar bien y por el ruido excesivo del casco).
Cuando las cosas en el viaje se volvían un poco más monótonas, las dynas tomaban la delantera y Santa y yo salíamos zumbando carretera adelante para mover un poco el culo. Era divertido la verdad… Y cuando llevábamos unos cuantos kms desmarcados, esperábamos al resto jejejeje
Llegando a Almería, la parada de los 1000 kms, mi moto empezó a sonar raro. No sabía si era el casco, si era la presión… al llegar a la gasolinera, todos se dieron cuenta y pensamos que por el calor, un cilindro se había desconectado… No tardé en darme cuenta de que uno de mis escapes, el de adelante, estaba suelto del cilindro. Para no perder la costumbre, mi moto había partido un tornillo!! Sí! Otro tornillo partido por mi Mambita!! Me cago en su puta madre! El tornillo se partió y el soporte que agarra los escapes al chasis también, de arriba abajo, como si de un rayo se tratase. En fin, un tornillo partido y la moto a escape libre. Aquí se acababa mi aventura… Ah! No me acordaba de un pequeño detalle… GATA! No entraba en sus planes permitir que ahí terminase todo. Buscó tornillos de repuesto en todas las motos y en todas las piezas de cada moto, estaba quitando las cadenas de la cartera de Gato y las de sus propias botas para atar las piezas, incluso barajó la posibilidad de despertar a unos camioneros que estaban descansando detrás de la gasolinera para ver si tenían herramientas o tornillos. Al final, después de mucho buscar (gracias Gata, de veras), optamos por echar mano del maestro Asterix y su tourpack mágico, del que puedes sacar de todo, incluso un alambre galvanizado que aguantaría perfectamente el escape en su sitio hasta la llegada a Madrid (no sin unos pequeños ajustes en la siguiente parada, todo sea dicho).
Esta era la escena: Deivi, otra vez, sentado en el suelo con sus herramientas, Garloncho haciendo un nudo marinero con el alambre a la pletina que sujeta los escapes a la moto (espero que Paco tenga unas buenas tenazas, si no… no habrá huevos a quitar eso), Gata comiendo un helado, yo una manzana. Asterix estirando, Gato repartiendo barritas energéticas (estaban cojonudas!)… Quedaban 600 kms, no podíamos rendirnos ahora.
Y así fue! La moto se “ñapeó” para poder continuar ruta. En la siguiente parada, penúltima de ellas, le daríamos otro apretón, pero yo ya me consideraba un iron butt. Daba igual cómo terminase eso. Habíamos recorrido en el mismo día más de 1000 kms. Todo lo demás, importaba poco.
Rumbo a Cartagena, Murcia! El día estaba terminando, el sol estaba mostrando sus últimos rayos, y dibujaba sobre la sierra de Almería un paisaje y unos colores preciosos. La autovía, llena de curvas rápidas y entre desfiladeros, muy bonita y amena. Estábamos a sólo 2 paradas de casa. Tocábamos con la punta de los dedos el final. Ya no quedaba casi nada.
Hacemos la penúltima parada en donde confunden a Gato con Chayanne (¿?¿?¿?¿?¿?), apretamos los escapes rápidamente puesto que la versión 1.0 de la ñapa, no había resultado del todo satisfactoria. Así que diseñamos el evolutivo de la solución. Ahí teníamos la versión 2.0 Escape libre y petardeo inconfundible. La verdad es que molaba bastante jejeje. Una lástima que así no pase la ITV.
ATENCION!!! Primera queja de todo el viaje… Ya nos extrañaba que Santa no hubiese dicho nada! “Estoy hasta la polla de hacer kms”. Esas fueron sus palabras. Lamentablemente, la sonrisita le delató y acabó confesando que se quejaba para no perder la costumbre, pero que lo estaba pasando de puta madre. Estás hecho un campeón amigo! Y más desde que te has pasado a este hermoso lado oscuro del cuelgamonos jajaja. Cómodo eh? Es una pasada la figura que hace. Para mi, Harley tiene que llevar cuelga. Es una opinión!
Albacete nos espera Long Riders! Terminamos toda la comida y bebida que necesitamos y… carretera y manta!
El cansancio ya… empezaba a joder. A mí me dolían los brazos, casi no podía apretar el embrague… notaba como los frenos empezaban a perder eficacia, tal vez porque mi fuerza estaba mermada, o por id vosotros a saber qué! El caso es que en Albacete, me tomé 2 cafés seguidos. Estuve a punto de dormirme.
Albacete, pan y cena. Cafés, ropa de frío (ya empezaba a apretar…), últimos vistazos a las motos y… a tirar!!
Eran los últimos 200 kms. Yo los divido en: primeros 150 que pasaron a toda ostia, casi sin darme cuenta… La música amenizaba el viaje y no había dolor. Era algo raro, estábamos a menos de 200 kms de conseguir la hazaña, después de todo un día duro no sentía nada durante esos primeros 150 kms. Nada malo, quiero decir. Me sorprendí pensando “joder, qué bien se rueda de noche, tengo que proponer ahora en veranito una rutita nocturna” [ahí queda eso…]. Y como anécdota, decir que me sorprendió que entre tooooooooooda la música que había en mi móvil, de entre todas las canciones que podían sonar, salió la de “Forever Angel” de Axel Rudi Pell, esa que dice “Riding with your brothes through the wind and the rain…” Pues fue otro detalle que me dibujó una sonrisa en la cara.
50 kms y bajando. La A3 era el escenario en donde todo iba llegando al final. Entramos en Madrid, estación de Atocha y bajamos por un puente, después paramos en una gasolinera a la derecha. No sé dónde estamos… pero sí que hemos llegado. Se acabó!!!!! Último repostaje y fin de trayecto. Vamos al Dakota? No queda nadie, estos cabrones han decidido no esperarnos (eran las 01.45… así que no hay excusa!) Bueno, pues… lo celebramos nosotros solos, aquí mismo!
El galo saca de su tourpack mágico unos benjamines de cava, toca brindar! La gente por la calle flipa con las motos, la hazaña y están flipando con nosotros. Hace frío, pero da igual!! Lo hicimos!!! Unas palabras? Vale!
[No son las mismas, pero el cansancio y el frío no me acuerdo qué me hicieron decir, aquí va lo que yo pretendía contar] Todo esto se hace para conseguir un reto y una hazaña. Una aventura más que contar por ahí en las concentraciones y a los amigos y familiares. Yo lancé una piedra alentado por Teki y Pipe, y 5 locos y una loca (sin desmerecer a los que se apuntaron al principio) decidieron que no iban a permitir que fuese solo. Por ello, en signo de agradecimiento, y para poder llevar el parche antes de que llegue el oficial, Deivi diseñó por petición mía el que podéis ver aquí. Al igual que otros “subgrupos” (KLM, Komando likoreta…), este es otro, el “KMZ Long Riders”.
Gracias por compartir esta aventura conmigo. Sin vosotros, estoy seguro que no sería la misma.
Un fuerte abrazo y bienvenidos!
2698
Las fotos
Aquí pondré el/los enlaces a las fotos que han salido del viaje.