Explicación: La ruta estaba planificada a dos horas. Se había quedado a las 13:00 en el Bar-66, si salimos a las 11:20 del Berna (eso marcaba mi reloj cuando arranqué) y a las 13:30 estábamos en Miraflores tras las múltiples vicisitudes... imagina si paramos a hacer todo eso.... Igual saliendo a nuestra hora, con el depósito lleno, meados, follados y cagados de casa, se podrían hacer esas y muchas otras cosas. Pero mientras esto no cambie, iremos siempre con la hora pegada al culo y el capitán de ruta cagándose en todo lo que verdeguea porque a mitad de ruta le preguntan que si queda mucho, que si ya no llegan a comer con la abuela, que si el partidito de badminton...
Por todo eso y mucho más, el que va delante, y pensando en eso y en mil cosas más, decide que no es el momento de parar a 15 motos en el arcen petado de coches como para encima llevarse una peta por provocar un accidente.
Cuando alguien va delante, y decide algo, quizá y digo quizá, sea por algo. Que nadie se lo tome a mal, pero tenía que decirlo o reventaba.
Eso sí, la ruta en sí, preciosa, otro día si me dejáis, os llevo al de Navafría y tomamos unas croquetas en Pedraza.
Muack!