Estaba tan tranquilo, con mi café y la verdad es que me pegó un buen susto.

-¿Otra vez te vas en moto?
Yo creo que el azúcar del café no era tal...

Hasta que no cambie de sitio la sal me seguirá pasando lo mismo.

Mientras divagaba por la confusión, ella seguía preparándose para salir.

Otra mirada a mi chaqueta y pantalones de lluvia dejaban claro que no le hacía gracia.

Ella se acerco y me pidió que subiese la cremallera del vestido, su pelo me rozo el rostro con el giro de su cabeza, su perfume me hizo suspirar, la lencería que llevaba ese dia era nueva, mientras subía lentamente la cremallera, pensé .........

"Sintético o mineral?"

Vegetal o Animal??
Esa mañana tenía una importante cita, pero el aroma de su pelo recién lavado me hizo perder las prisas, otro día que llegó tarde y no me importa, vuelvo a bajar la cremallera que segundos antes estaba subiendo.

De repente se rompió la cremallera, no quería decírselo pero sin más meditarlo, de mi boca brotó un inesperado y equivocado "¿has engordado?

Se giró bruscamente y su mirada me convenció a que retomara mi plan inicial..... "vale, me voy con la moto"

Pero mirándome con esos ojos caídos que me pierden dijo:
"Conozco una forma de rebajar esos gramos de más"

No me digas que la solución podría ser haciendo ejercicio en mi compañía porque ya sabes que soy tan vago para esos menesteres que no te acompañaría ni aunque me prometieses una noche en el paraíso.

Será imbécil como si no hubiese mas compañía que la suya.

Y estaba claro y decidido, no sería su única compañía, no aceptaba un no por respuesta y sin tener ninguna duda fue al concesionario de la "otra marca", ésa que tanto tiempo llevaba mirando y contemplando, ésa que seguramente no le respondería un no a una proposición ni se tomaría a mal que una cremallera reventase. Así que allí se planto, listo para adquirir una nueva compañera con la que volver a sonreir al escuchar el fino ronroneo de su motor....

Un ronroneo que le hace sentir nostalgia por los buenos momentos pasados con su dama, cuando recién casados ella preparaba la mayonesa con la batidora que le regalo su hermana.

Agitó violentamente la cabeza para despejarla y ahuyentar esos recuerdos que le vienen de manera incontrolada.
Hace tiempo que vive solo y no tiene más conversación que la mirada sostenida de su gato mientras le cuenta los más mínimos detalles de su aburrido día a día.
Por fortuna ya no tiene ese tipo de inconvenientes. Si coge el casco y la ropa para rodar, sale y rueda.

Decidido, esa misma tarde coge la moto. La acaricia mientras descansa a ralentí, la mima, le habla, le repite constantemente el cariñoso nombre que le ha puesto desde que está sólo.... cerveza, cerveza, cerveza.... una y otra vez, no para de susurrárselo...

Después de recorrer cientos de kilómetros encaramado en su montura, para nada se acuerda de aquellos desencuentros que en un reciente pasado tuvo que soportar. El viento en la cara le hizo olvidar todas las ataduras que le proporcionaba la monotonía de la vida...

Pero sobre todo eran los olores... el campo, las flores que aún luchaban por atrapar esos últimos y tímidos rayos de sol antes de que llegue el invierno, las chimeneas de las casas por las que pasaba le traían recuerdos de la infancia (nubes pinchadas en un palo y la chimenea del salón), el repentino y asfixiante olor de un tubo de escape sin catalizador. Todo eso quedó atrás en cuanto al pasar una curva se topó con un control de la benemérita y sus consabidas ganas de hacer soplar al más pintado.

De repente el agente de la autoridad con su flamante tricornio y uniforme inmaculado, enarbolando un aparejo luminiscente dio orden de detención al relajado motorista. Una vez parada la máquina, dio dos vueltas alrededor de la misma contemplando todo el esplendor de aquella belleza de corcel de hierro.
Más de repente, algo hizo que su ceño cambiara y perplejo exclamó: " ha oído usted ese extraño ruido por la zona de la primaria?"

No disculpe no se de que ruido habla usted , quizás el Volkswagen te llevaba delante me a embriagado con su chorro de contaminación , pero pronto lo escuchare cuando sus compañeros de GIAT inmovilicen todos esos coches con fichas técnicas manipuladas y podremos disfrutar de un aire mas limpio en nuestras monturas americanas.

Maldición, "pensé" otra vez a declarar ante el juez. Primero por vender Harley y ahora por comprarme un Golf.

Decidí emprender de nuevo mi camino, lucía el sol, que a la vez me impedía ver, pero nada me iba a parar, nada ni nadie me podía despertar del bonito sueño en el que estaba rodando sobre mi bella dama de dos ruedas.....
-ALTO!!!
-¡¡Su puta madre que susto me dio!!
Una scooter con agente encima se había puesto al lado durante mi sueño con ojos abiertos.
-¿Sabe usted porqué le paro? -espetó el agente
-Pues ni idea señor.
-Esos escapes no son de serie, me veo obligado a enviarle al centro municipal de acústica dónde tendrá que pasar un test de ruidos, que en caso de no superarlo, se procedería a ponerle una denuncia.

-"Joder, cada loco con su tema", mascullé en voz baja.

Y antes de que al agente del scooter le diera tiempo a sacar el boletín de multas, le enrosqué el acelerador a mi hierro y me perdí en la inmensidad del horizonte...

Tras unos kilómetros rodando con el cuchillo entre los dientes y rompiéndome el cuello de mirar atrás, por si me daba alcance el agente; de repente, volvió a sucederme cómo años atrás en una ruta huevera y se soltó el cable del acelerador, saliéndose del prisionero de la maneta..

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