Ante tanta ruina y desgracia, el Pelotón suicida se empeñó en recauchutar la rueda trasera de la Dyna .Sobre el mismo banco que se roscan los tornillos, de la misma manera y a la misma velocidad. Después de varias operaciones socavando el caucho longitudinalmente y en paralelo, la sensación de inseguridad era manifiesta.
Gracias a todo esto, el motor podía al menos respirar un poco aliviado.
Abrazos.