Este es un sentido homenaje para nuestro infatigable compañero. Aquel con el que rodamos en la más absoluta armonía. Con el que los kilómetros pasan y no quieres que se acaben. Aquel al que llamas y recorre largas distancias para reunirse contigo y rodar juntos. Aquel al que llamas y recorres largas distancias para reunirte con él y rodar juntos.
Aquel que sufre la fatiga con una sonrisa en la cara y cuyo fuerte lazo de amistad os une a la carretera. Aquel que en los duros momentos está ahí y te demuestra que puedes contar con él. Aquel que a fuerza de kilómetros, adversidades, buenos momentos y camaradería, se ha convertido en especial amigo. Aquel al que sólo puedes ver esporádicamente a lo largo del año por la distancia que os separa, pero que los encuentros son intensamente vividos. Porque esta pasión que nos une forja lazos muy fuertes que hay que mantener y promover.
En definitiva, este es un sentido homenaje para tí, amigo.
P.D. Aprovecho la letra de Hermanos de Sangre, de Loquillo, porque siempre me ha parecido la que mejor describe lo que siento por muchos amigos con los que ruedo.
Nuestro reino no es de este mundo, doy mi palabra de caballero. Por la búsqueda de la verdad, empeñamos nuestros sueños. Defendimos lo no escrito, de conjuras y rencores. Defendimos las conductas donde no caben traiciones.
En el fragor de la batalla, en lo mas crudo del frío invierno, Yo seré tu hermano de sangre y tu refugio en el infierno.
Dame causas por las que luchar, dame una fe en la que creer, una guerra en la que combatir, por las últimas banderas, junto a ti.
En el fragor de la batalla, en lo mas crudo del frío invierno, Yo seré tu hermano de sangre y tu refugio en el infierno.