La Galopante Criatura de la Albufera.

Corría el año de nuestro Señor 1867, cuando Calixto Rada fruto de su ingenio e inquietud creativa inventó un motor con cilindro a vapor que acopló a una especie de bicicleta, y el año 1876 el ingeniero alemán Nikolaus Agust Otto inventor del primer motor de combustión interna, aquí podemos considerar se produjo el origen de los motores que se utilizan en la actualidad en las motocicletas.

Desde la invención de la motocicleta, todo tipo de peculiar fauna han sido (y seguimos siendo) los usuarios amantes de tan singulares maquinas. Gustosos usuarios, con tendencia a la uniformidad, en ocasiones aficionados a coloridos trajes, tanto como a riguroso negro; reuniones multitudinarias y a veces no tanto. Amantes de la diversión y las tabernas. Pero solo a veces, pocas veces, o quizá no tan pocas, encontramos especímenes que destacan sobre manera.

Menos de 100 años desde el “inventillo” de Calixto; en el 1956; en las inundables zonas del Este Peninsular; cuenta la leyenda, que en ocasiones en la Albufera Valenciana, si prestabas atención, se escuchaba el rugir de una infernal máquina, así como el batir de las aguas, chorros de humo y agua emanaban en atardeceres de sangre y amaneceres nublados; los pocos afortunados que sobrevivieron a dichas apariciones (o quizá solo hablen por oídas), cuentan de una Criatura de piel verdosa con escamas, brazos o garras temibles e intimidadoras, grandes ojos sin parpados y boca grandiosa con no menos aterradores dientes.

Muchos fueron los desaparecidos durante dichos años, hay quien dice que la zona fue despoblándose debido a la industrialización de las ciudades y la emigración a las mismas, pero nadie puede descartar más truculentas razones.

Aunque ha transcurrido muchos años desde los hechos que aquí relato, todavía hoy en día podéis encontrar en la Albufera algunas personas que os puedan dar detalles sobre esta historia, os animo a preguntar, pero sobre todo y si a pesar de ser moteros y valientes; me aceptáis un consejo, nunca, nunca permanezcáis cerca del agua; ni en atardeceres de sangre, ni en amaneceres de tormenta.

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Notas, fuentes: Origen de la motocicleta, moto anfibia patente valenciana y la criatura del pantano.