Pues eso, de que pasta somos.
Se acepta y se le abre la puerta a todo el que llega, sin pedir nada a cambio.
Se ofrece ayuda a quien lo necesita, sea motero o no lo sea.
Durante los años que os conozco he visto realizar todo tipo de gestos solidarios.
No paro de alucinar con la gente que formamos este grupo del que estoy orgulloso de pertenecer.