ResurrectionFest 2016 - Viveiro, Lugo

[howard_p_l]

Crónica del viaje hacia el Resurrection Fest 2016 desde Valencia, parando en Pamplona a recogernos.

[Ferry Fox]

Yeeeeeeeee

Crónica ???

Na mas has puesto ke la ruta... es escueta, y muy resumida esta "CRÓNICA"

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[NITRO]

Crónica del viaje hacia el Resurrection Fest 2016 desde Valencia, parando en Pamplona a recogernos.

Eso mismo digo yo, Ferry...

¿Pero qué mierda de crónica es esta, Nosferatu?



Saludos desde Valencia y Vsss.

PD.- ¡MAMONASSO!

[Faraute]

O'tia Howard ¡qué máquina!

[howard_p_l]

Es una campaña de expectativa.

Me faltan fotos del otro "pelao". En cuanto me las pase, me siento a redactar.

O'tia Howard ¡qué máquina!

Máquinas han sido Bryner y Springer, que son los que salieron de Valencia.

[NITRO]

Es una campaña de expectativa.

Pues cuidado con ese tipo de campañas, porque como luego la crónica no cumpla con las expectativas generadas te van a cortar el pelo al cero.

Ah, no, coño, que pelo ya no tienes...



Saludos y Vsss.

[Boy]

Expectativas: muchas. Crónicas: pocas

Venga coge la pluma, que el mapita está muy bien y la aventura merece crónica.

[howard_p_l]

Este fin de semana la publico. Ya la tengo empezada y me han pasado todas las fotos.

[howard_p_l]

Bueno, parece que me voy a alargar más de lo que pensaba. No tengo capacidad de síntesis...
Así que iré subiendo la Crónica por capítulos.


-Oye, que toca Volbeat en el Resurrection Fest.
+No jodas. ¿Pero eso dónde es?
-En Viveiro, Lugo.
+Joder. Muy lejos.
-¿Y si nos hacemos un viajaco en moto con la excusa?
+No hay güebos...

Temible expresión coloquial de nuestro idioma. Algunos, por experiencia, no pican. Otros, con ganas de aventura, entran como un miura...

Total, que allá por enero empezamos a concretar, y más cuando se había confirmado que Iron Maiden también tocarían. De ahí a comprar los abonos fue muy sencillo. Lo siguiente, mientras pasaban los meses, fue gestionar dónde quedarnos a dormir. Haciendo un viaje en moto así apetecía dormir cómodamente en una cama, como la gente decente, pero según íbamos viendo lo que pedían por alquilar un apartamento con garaje para esos días, la ocupación hotelera por encima de su capacidad y las pocas ganas de tener que trasladarnos desde pueblos de alrededor antes y después de los conciertos, hizo que optáramos por la económica y socorrida alternativa del camping.
Eso sí. No acampada libre en cualquier sitio, Resucamp. Con vigilancia, duchitas, bar y mullida hierba gallega bajo el suelo de la tienda.

Pues en esas estábamos, viendo pasar los días y semanas, cuando justo días después de hacer la reserva del camping y pagarla, sacan como oferta el GLAMPING. Un camping pero con más comodidades. No tienes que llevar tienda. No tienes que llevar catre o esterilla, ... Todo un lujo. Lo ideal para viajar ligeros en moto. El saco, el equipaje con efectos personales y poco más. Pero se jodió el invento. No nos cambiaban una reserva por otra, ni aún pagando la diferencia. Nuestro gozo en un pozo. A dormir al suelo.

Y siguieron pasando días y semanas, y ya nerviosos por la proximidad de las fechas, por el grupo de guasap, una conversación un poco surrealista, donde Xpringer proponía un atraco a mano armada:

*Eh, pelao, tengo la primera quincena de julio de vacaciones. ¿Cogemos las motos y nos vamos por ahí?
-jajaja El pelao ya tiene viaje programado para esas fechas. Nos vamos a ver a Volbeat y los Maiden a la costa de Lugo.
*No jodas. ¿Cuándo? ¡Cómprame entrada!
-jajaja ¿En serio?
*¡Y tanto! ¿Qué fechas?
-Esta noche hablamos y te cuento con más detenimiento...

Total, que se lió y se apuntó. Xpringer es hombre de palabra... y un liante.

Así que, a escasas semanas del festival, ya teníamos la expedición completa. Tres feos moteros y una aguerrida motera; Greene, Bryner, Xpringer y Howard. Cuatro Harleys. Una Sportster, una Dyna, una Sringer y una Road King. Una amarilla, una roja, una azul y una negra. Si en lugar de negra hubiera sido verde, habríamos sido Parchís... Menudo show... La cosa prometía, y todos teníamos muchas ganas de kilómetros y risas.

Lo emocionante del tema era, además de los conciertos, el viaje. Para los valencianos, la subida con parada obligatoria en Pamplona, para descansar y hacer los kilómetros con tranquilidad. Sin ansia. Y vaya si los hicimos relajados... Una media de 350/400km al día en unas 8 horas... jajaja Alternando autovía y nacional y nunca pasando de 110-120 km/h. Siempre intentando circular como grupo compacto y dando envidia al personal. Y si no miraban al paso de las 3 primeras motos, cuando llegaba la última, la Springer con el cuelgamonos y Xpringer en forma de X, ya te digo si miraban. Eso es circular con estilo. ¡Y sin pantalla!

--- DÍA 1 ---

El martes de la semana del festival, la expedición valenciana puso rumbo a Pamplona. Aunque se podría decir que empezaron el viaje y el festival el lunes, vaciando pintas de cerveza para simplemente acordar la hora de salida. Nada más. El resto, según se fuera dando... Menudos pájaros...

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Ese martes por la tarde, después de sus 3 ó 4 paradas y el comienzo de la gastrokedada en la Almunia de Doña Godina, llegaban a Iruña para descansar y recoger al resto de la expedición. Pero no todo iba a ser llegar y descansar. La Springer es bastante puñetera, y menos mal que su dueño está puesto en mecánica a fuerza de averías, porque aún tuvo que montar el show por fuera de casa ajustando los taqués... Alguno de mis vecinos siempre te recordarán, Xpringer...jajaja

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Después de quedar satisfecho con el ritmo de los empujadores, fuimos de tapitas y cañas. Ya tocaba relajarnos y "preparar" el viaje del día siguiente.

¿Preparar? En mi vida había viajado tan relajada y despreocupadamente. ¿Dónde dormiremos? Da igual. A la aventura. Donde nos pille la noche...
Menos mal que la aplicación para móvil de booking funciona bien y que el ritmo que llevamos nos dejó donde parecía más lógico hacer noche. Ribadesella.
Salimos a media mañana. Sin prisas. Después de desayunar tranquilamente y cargar las motos sin estres. Pero antes, ajuste del puño izquierdo de la Springer, que se hizo querer en todo el viaje.
Pusimos rumbo a Vitoria, primero por nacional, evitando autopista y peaje, para luego coger la autopista rumbo a Bilbao. Tampoco era cuestión de hacer todo nacional, hubiera sido poco práctico y agotador para el primer día. Ya tenemos la experiencia de hacer el recorrido hasta Santoña, normalmente de tres hora y media, en más de siete... Pero no todo va a ser conducción aburrida por anchos carriles, así que, llegados al punto del peaje del Altube dirección Bilbao, por la divertida nacional. Seguimos por carreteras hasta entrar en Cantabria, donde paramos a comer un buen menú con precio todavía de Bilbao... Y como no podía ser de otra manera, nos olvidamos que estamos de viaje y deberíamos hacer una comida frugal y recordamos que estamos de vacaciones, haciendo un peaso viajaco en moto con amigos y nos metemos un menú de los del norte. Ligerito...jajaja

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Ya después de nutrirnos apropiadamente ponemos rumbo a Asturias. Se confirma que vamos bien de tiempo para llegar a Ribadesella y durante la comida hacemos uso de la aplicación de booking para reservar habitaciones en el Hotel La Marina, un precioso edificio en todo el centro del Ribadesella.
A pesar de ir bien de tiempo, después de parar a tomar café hora y pico después de comer (a este ritmo de paradas tardaremos una vida en llegar a Viveiro...), decidimos coger la A8 para llegar más temprano al hotel, descansar y degustar la gastronomía local.

Así que, una vez llegados a Ribadesella, después de tener nuestros más y nuestros menos con la Policía Local, y con las cámaras de seguridad de una calle cortada al tráfico después de las 14h, aparcamos las motos y, andando vamos parando por las terrazas de los diferentes bares y restaurantes del lugar. Nos quedó pendiente un paseo por la playa y la visita de las casas de indianos por la que, entre otras cosas, es famosa Ribadesella. Pero nos resarcimos con la rica sidra asturiana y, más tarde, con unos copazos en la terracita de un bar bien majo.

[howard_p_l]

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