Ésto de "las amotos" es la ostia... Te subes en una, y lejos de simplemente llevarte de "A" a "B", te proporciona cientos de sensaciones y experiencias. Una de ellas, me contaba un amigo enamorado de su Harley hace unos cuántos años, es que le molaba tanto que llegaba a empalmarse mientras rodaba. Lo juro... Quiero decir... Supongo que si. Yo no lo ví, pero le creo.

Otra de las experiencias que te proporciona es que te permite conocer personas. Muchas son solo eso, personas en moto. Otras llegan a ser fuente de muchos ratos de kilómetros y risas; otras llegan a ser buenos amigos, y también llegas a sentir hermandad. Pero de todas, de absolutamente todas las personas que conoces, siempre hay (muy poquitas) que te hacen sentir un tipo privilegiado de haberte cruzado en su camino. Ya te lo han dicho. Ya lo sabes. Lo sabes desde hace muchos años. Tu mujer es la primera, y será recíproco, que siente tener esa suerte. Muchos otros también. MUCHOS. MUCHA gente, Jesús. La lista es inmensa.
Ha sido en moto como te he conocido, pero podría haber sido en canoa, en el club de ajedrez o en la cola del pan. (Soy tan viejo que recuerdo la cola del pan, que cojones....!) El caso es que en mi vida, apenas media docena de personas se han quedado eternamente grabadas. Cada uno por razones probablemente diferentes, pero si que hay un denominador común: Se llama "Clase de Humanidad".
Nadie les pidió que me enseñasen nada, nadie te pidió que dieses clases a tí, es sólo que eres jodidamente un magnífico ser humano y sería imposible, sería necio, no aprender de ello.

Que tienes unas convicciones férreas, un coraje excepcional, ya lo sabía. Sé que eres de los que va a defender lo que quiere, piensa y siente, duela a quién le duela, y cueste lo que cueste. Ahora, y no es sorpresa, me das una lección de valentía. Sin sorprenderme, si que me deja malditamente helado. Pero a mí, claro, porque yo no tengo esa templanza.
Ojalá pueda parecerme en algo a ti. Ojalá sepa aprender de vosotros, esos pocos que os habéis cruzado en mi vida o yo en las vuestras. Lo que es seguro, es que no me olvido de ninguno. Ningún jodido día.

Me has hecho aprender, me has hecho admirarte, me has hecho reír, ahora déjame que llore, joder.