Hola a todos.

Sí, sencillamente, no me lo creo.
No me creo que haya acabado las 24 horas de Montmeló, pero sobre todo no me creo que haya estado metido en una carrera así. Ilusión y pasión, sí, desde luego; pero mucha, mucha presión para poder colocarme en la parrilla de salida, mucha tensión para sostener la concentración.



Y desde luego miedo, miedo sin tapujos ni medias tintas, un miedo casi constante que he tenido que sujetar y controlar en cada relevo para mantener la moto dentro del asfalto, mantenerme dentro de la pista, porque más vale que no te salgas en unos cuantos puntos. Alli se va increíblemente de prisa, por el día, ¡y por la noche!. Poca broma. Ninguna.
Lo contaré.
Muchas gracias a todos los que habéis seguido esta serie. Ahora llegarán los mejores capítulos.